Este cuento participó en el «Concurso de Cuento Corto de Ciencia Ficción C4F» en el Marco del 45 Aniversario de la Licenciatura en Física de la UdeG
Este diario es mi confesión magna, ya nada me importa. Son las palabras de un muerto, pues cuando este diario llegue a las masas, ya llevaré mucho tiempo muerto. Seré asesinado injusta y cruelmente por un poder que se dice científico, pero al cual solo le interesa su permanencia eterna y que nada cambie. Pero no importa, porque han fracasado, encontré el espíritu humano, y he notado que, aunque mancillen, desgarren y acaben con estás carnes, que son mi cuerpo, nunca tendrán acceso a lo más santo e íntimo de mi ser. No pueden controlar mis pensamientos, por más que lo pretendan, dentro de mí solo importa: mi verdad y el hecho de lo que soy en esencia. Ese es su verdadero fracaso, no fueron capaces de evitar que pensará, de no poderme obligar a callar. Me voy pleno y satisfecho de este mundo, mi grandeza fue que: fui yo. Lo irracional es que… a pesar de la realidad de su fracaso, tengo miedo.
La mecánica cuántica es una teoría hermosa, aun cuando acertadamente muchos de mis colegas lo han dicho, es una teoría en contra de la intuición y hasta cierto punto difícil de digerir. El día de hoy en esta pequeña charla divulgativa e introductoria, es mi objetivo mostrarles dicha realidad y si logro que alguno de ustedes se interese a investigar más, pues será entonces una victoria fenomenal. Les hablare de un efecto cuántico que ya ha sido medido en laboratorio, el llamado tunelaje cuántico. Imaginemos que me encuentro en mi oficina de la facultad y que tengo la necesidad de ir a la oficina contigua, a la oficina del profesor Bob. Pues bien, lo que necesito hacer es salir al pasillo por mi puerta y entrar por la puerta del susodicho profesor Bob.
¿Muy simple cierto? Es algo totalmente cotidiano. Supongamos entonces que de alguna manera consigo entrar en la oficina del profesor Bob, no saliendo ni entrando por las puertas, si no atravesando el muro que divide ambas oficinas. Pues bueno esa posibilidad, la de atravesar un muro, una barrera potencial para ser, científicamente exactos, es lo que llamamos tunelaje cuántico y existen partículas dotadas de esto que parece ser superpoderes. Bien veamos cómo podemos entender mejor este supuesto “atravesamiento” de muros. ERROR EN DREAMER, DESPIERTA.
¿Qué falló? Maldición, justo cuando se ponía mejor. Me duele la cabeza.
Es un viernes como cualquier día de la semana, bien podría ser lunes, sábado o jueves. Siempre es lo mismo, soledad y melancolía, sin importar la fecha, hora o tiempo. La calle se encuentra vacía, solo queda un olor a césped recién cortado que proclama la existencia de seres que lo podaron, personas que estuvieron trabajando en esos jardines que tanto me gustan, pero no se ven los jardineros, o quizá fue un robot, no puede ser, es distinto, un robot no llegaría a ese nivel artístico, ese algo que se encuentra ahí en esos cortes, en ese orden que observo y experimento en el jardín, sin embargo, no hay gente. Todos se encuentran en casa usando el dreamer. Debería ser como los demás, es la duda que me ahoga, pero en la caminata, en la soledad y melancolía de la calle, hay algo. No sé cómo elegir las palabras adecuadas para explicarlo, pero hay algo, y sospecho que ese algo, soy yo. Pues siento esa presencia, ese ser que habita mi cuerpo, me siento. Caminar sin rumbo me agrada demasiado, tengo haciéndolo ya un par de semanas, caminar sin arribar a lugar alguno. Disfruto del andar por el silencio, todo en la sociedad es una maraña de ruidos amorfos y sin sentido. Pero al caminar encontré otra realidad, encontré la realidad. Y así me encuentro caminando cuando notó algo, una pequeña sombra me pasa por un lado, rápido como si fuera un rayo, apenas lo veo de reojo. Volteo, lo busco y mi mirada se encuentra con él, es un gatito, se me queda viendo, interrumpí lo que sea que hace ese animal, y pretendo entender en su mirada recelo por perturbar lo que sea que estaba haciendo. Es un ser bello, tiene una mancha en el ojo derecho, parece un parche en su impecable cuerpo. Intento llamarlo, pero me ignora y sale corriendo. Aparentemente yo soy una cosa para él. Pretendo seguir con mi caminata cuando me lo encuentro, es demasiado tarde para fingir, lo ha visto todo, es un camisa azul. Agacho un poco mi cabeza en señal de respeto al color de su prenda y me dispongo a seguir, cuando me detiene.
– ¡Hey tú, ven acá! – me llama el guardia, y comienza a apoderarse de mí el temor, fui demasiado imprudente.
– Dígame señor – se supone que debemos mostrarles demasiado respeto, que ridículo, como sé yo hasta donde es demasiado.
– ¿Qué se supone que estás haciendo? – me interroga, trato de contestar rápido
– Camino a casa – pero no se refiere a eso, su siguiente pregunta me deja helado, tengo miedo sin saber a qué
– No, me refiero a qué crees que hacías con el animal ¿Por qué no estas usando el dreamer, como todos? – No sé qué decir. Mis hombros responden por mí en señal de desconocimiento, o eso espero que interprete. Funciona, porque no dice más y sigue su camino. Mientras se aleja, me habla, prácticamente me susurra
– Ve a usar el dreamer como buen ciudadano – He tenido mucha suerte.
Manual para vivir despierto.
Nada fue igual desde la crisis de la ciencia, por un lado, las ciencias duras llegaron a una situación insostenible: existían demasiados científicos y llego un momento en el cual los artículos que escribían eran más, que su capacidad para leerlos y discutirlos, en
consecuencia: la ciencia se atascó. Al principio se intentaron soluciones desesperadas pero inútiles, las cuales pretendían solucionar el atasco: repartir los artículos entre la comunidad para que todos tuvieran que hacer fue la favorita de todos. Fracasó, porque los científicos quisieron abarcarlo todo. Pecaron de egolatría. Llegamos a la que fue conocida como crisis baja. Por otro lado, con la llegada de la era digital la sociedad comenzó a volverse cada vez más controlable y tonta. Hasta que unos pocos científicos, que se encontraban en los puestos jerárquicos de las principales facultades, se aprovecharon de la situación e inteligentemente comenzaron a obtener el poder político, poco a poco hasta volverse el único poder. Esto último fue posible gracias al invento del siglo, el que hizo que la gente se olvidará de vivir en el mundo real. Es cierto, la dictadura del Scire, logró darles comida y casa a todos, pero ahora las personas no trabajan por comer o tener un techo bajo sus cabezas, mucho menos se trabaja por dinero, no. Ahora todos trabajamos por horas de uso en el dreamer.
El dreamer resultó ser el objeto que domó a la humanidad por completo, nadie sabe quién fue su inventor. Lo inventaron cuando aún yo no nacía y está prohibido buscar información sobre el aparato. Pero desde su creación, ya no hay guerra, no hay hambruna. Tampoco existe la infelicidad y las enfermedades psicológicas fueron erradicadas por completo. Ya no había traumas que resolver, ni experiencias a analizar. ¿Por qué no estamos satisfechos? ¿No era lo que buscaba la sociedad? ¿Qué falta? Fue tan efectivo para amansar a todos, que lo único que tuvo que hacer la oligarquía en el poder fue: regalar los aparatos y volver su uso como moneda de cambio para tener a todos a su disposición. Y vaya que tuvieron un éxito rotundo.
¿A qué debía su ostentosa victoria? Simple. El dreamer hacia posible controlar los sueños, entonces ¿Qué experiencia quieres vivir mientras duermes? Ser presidente, ser futbolista, ver a tu fallecido abuelo o quizá casarte con el amor de tu vida, ese amor que nunca te dio la oportunidad siquiera de salir contigo. Una píldora para dormir, programar adecuadamente a tu dreamer y que tenemos: una sociedad humana que vive dormida.
Fuimos capaces de inventar una realidad alterna a la llamada real y a la digital, una realidad en los sueños.
Es raro ver gente por las calles en las horas no laborales, pero no está prohibido. El poder hegemónico no ha tenido esa necesidad, la de prohibir la realidad, todos se encuentran ansiosos por vivir los sueños. Eso es lo que importa ahora. El planeta se encuentra mejor que nunca, no hay contaminación y todo es hermoso, pero ya nadie lo ve. A nadie le importa la belleza, ni la música. La primera tragedia que ocurrió con la llegada de los Scires y sus camisas azules, fue la desaparición del arte y por ende, la desaparición de la belleza. Por decreto cerraron los museos y después las facultades de artes. A nadie le importó, todos se encontraban fascinados con el nuevo invento, hubo un grupo de artistas que se quejaron, a unos cuantos de ellos los convencieron con “adecuados sueños”, y a los que no se dejaron corromper, pues… nadie los volvió a ver nunca más. ¿Cómo sé que existe esas palabras peligrosas? Están prohibidas, pero están aquí en mi cerebro. ¿Cómo sé lo que es el arte? Nunca he visto una pintura, ni nada parecido, temo por mi cordura, no entiendo ¿Qué me sucede? Temo perder mi libertad.
Libertad, que palabra tan exótica, ¿Qué significa? La entiendo en términos de poder elegir mi sueño al programar mi dreamer, digo, puedo soñar lo que sea, soy libre de soñar cualquier cosa.
La libertad se encuentra en mí, en cada uno de ustedes, darse cuenta de esa verdad es el primer paso. Siempre volver a mí, a mi centro. Estas ideas vienen de mi interior, pero las desconozco, no son mías, cómo es posible que de mí salgan ideas que no identifico como propias, pareciera como si me las dijera un demonio que me cohabita. Darme cuenta de quien soy, de las circunstancias que me llevaron a ser quien soy. Ese es el germen libertador de la humanidad. Contaré como encontré mi centro, como me encontré a mi mismo, todo comenzó con una situación de lo más común y vulgar. Antes del gato y de mi encuentro con el demonio que vive en mi mente, ese ser que me susurra palabras peligrosas y las cuales desconozco su origen. Yo vivía dormido como todos. La vida consistía en la vulgar cotidianidad, ir a cumplir el horario laboral, limpiar rápido mi habitación y hacerlo mal, para así poder usar mis horas de sueño para ser científico, era mi sueño favorito, particularmente físico, me encantaba la idea de conocer el funcionamiento del mundo. Eso me enseñaron en clases de historia, un físico era quien se encarga de encontrar los mecanismos de la naturaleza. Que fascinante, siempre quise ser un investigador de las profundidades de la naturaleza. Todos sabíamos que se encontraba prohibido ser científico en la realidad física, ni siquiera los altos mandatarios del Scire podían, teníamos entendido que seguían existiendo científicos era necesario para la buena continuidad y funcionamiento de la sociedad, pero nadie sabía dónde estaban ni quienes eran. Pero en la realidad de los sueños, no estaba prohibido, pues no era un sueño común, y aunque a casi nadie se le ocurría soñar con serlo, estos sueños nunca fueron monitoreados, pues a mí nunca me bloquearon mi dreamer. Entonces cada que tenía oportunidad programa mi aparato para ganar el nobel, o para hacer un doctorado eran sueños deliciosamente magníficos. Yo dando conferencias y discutiendo con señores de semblante serio. Era lo que más deseaba en la realidad, disfrutaba cualquiera de las tres situaciones o variantes de las mismas por igual, mis sueños favoritos. Y así como si nada un día comenzaron los pensamientos peligrosos y de dudosa procedencia. Me invadió una necesidad incontrolable de salir de mi cuarto a caminar, caminar y pensar, caminar y ver la belleza de la naturaleza. Es como si el sueño de las ciencias me llevara a encontrar más, a descubrir, a pensar. A ser capaz de ver la belleza en la naturaleza.
– Hola profesor Emil, ¿Cómo se encuentra? – pregunto al encontrarme con mi colega de la facultad en el pasillo.
– Muy bien mi querido profesor, veo que ya termino clase de electrodinámica– me contesta mientras apuntaba al libro que llevaba en la mano.
– Así es profesor, voy a mi cubículo a seguir trabajando.
Cuando empece a caminar, el profesor Emil, un veterano físico de otra época me detiene y me hace una pregunta de lo más interesante, no la puedo evitar
– ¿Qué es lo que más te gusta de ser físico?.
Vaya pregunta, así a brote pronto profesor Emil, bueno, le diría que: la capacidad de ver más allá, por medio de estructuras lógicas, incluso, la posibilidad de crear dichas estructuras lógicas. No, espere, también me gusta demasiado cuando resuelvo algún problema matemático, sobre todo, cuando dicho problema me tiene atorado por días, vencer el cálculo, que delicia. Podría decir también, que me fascina el poder hacer colaboración con personas a lo largo del planeta y hablar el mismo idioma, entender a gente tan distinta es maravilloso. Mi mente estaba a mil por hora. No podía dejar de pensar en lo que más me gustaba, pero que sueño tan placentero.
– Sabe profesor Emil, me fascina la pregunta que me ha hecho, puedo seguir describiendo situaciones placenteras – le confieso para después seguir hablando.
Por ejemplo me gustan las conferencias y discutir en ellas con los colegas, que parezca que estamos en una pelea a muerte y al terminar la charla irnos a comer todos juntos como una familia. O, podría decir también, que me encanta dar clases y la sinergia que se tiene con los alumnos. Pero ahora que me ha pasado un poco el éxtasis inicial. Creo que le puedo dar una respuesta final, me parece que lo que más me gusta de ser físico es, la sensación de poder estar equivocado, no me refiero a equivocarme en un cálculo, ni nada por el estilo, sino a una falta de verdadera certeza y eterna duda. Me refiero a estar creando cosas y tener esa certeza de que mañana saldrá alguna novedad que diga: lo que pensamos que era realidad parece estar en contradicción directa con nuevos resultados experimentales. Y ahora tendremos que resolver el misterio, eso es lo que más me gusta de ser físico, sin dudas, resolver misterios. Me siento detective de la naturaleza, dije, mientras sonreía.
Al profesor Emil, mi chiste no le hizo gracia, puso el semblante serio y me vi obligado a preguntarle.
– Y a usted profe, ¿Por qué le gusta ser físico?
– A mí, lo que más me gusta – comenzó diciendo viendo a la nada
– Es pensar. Pensar es lo más importante en cualquier actividad, ¿No te parece? Por ejemplo, a mi me fascina dar caminatas para pensar mientras observo……. ERROR, MAL FUNCIONAMIENTO DEL DREAMER, EQUIPO EN ESTADO DE HIBERNACIÓN.
Pero, ahora ¿Qué paso con este aparato? ¡Por dios que dolor de cabeza!
Manual para vivir despierto
Para poder luchar contra la realidad de los sueños necesitamos despertar, entrar en un verdadero estado de vigía. ¿Cuáles son las características de dicho estado? ¿Cómo abrimos los ojos para ver la realidad y no lo que deseamos ver? Sí lees estas letras ya no te encuentras tan dormido, pero, cómo despertar a la mayor cantidad de personas posible, la tarea es titánicamente imposible, necesitamos despertar a la gente desde adentro de los sueños mismos. Necesitamos que vean por sus propios medios la maravilla de la realidad. La persona que comenzó con la pseudo-resistencia fue un informático de moral elevada, le hastiaba el nuevo invento, y en las sombras comenzó a trabajar en la más importante tarea de la humanidad, el sueño libertador de antes, pero con una humanidad masivamente esclavizada, se propuso hackear el dreamer. Su identidad se perdió para siempre. Y aunque no termino el trabajo fue capaz de infiltrar un sueño por medio de un virus. El sueño de la libertad. La libertad no se encuentra en los sueños, la libertad no me la puede dar un tercero. El primer paso para despertar es necesariamente, la libertad. Nadie nunca supo en que sueño puso el virus.
Sentenciado a morir. Sentenciado a una eternidad de silencio. Nunca nadie sabrá tu nombre, tu nombre será borrado de toda acta, como si nunca hubieras existido. Sentenciado a la no existencia. Nunca nadie conocerá tus pensamientos. Nadie sabrá tu dolor. Nunca nadie sentirá empatía por tu sufrir. Esa sera la consecuencia máxima que has obtenido por pensar y pretender ser más de lo que te pedía que fueras. Esa es tu suerte, por no aceptar tu cotidianidad. Debiste ser lo que se suponía que eras. Simplemente lo que el mundo y la realidad en la que todos vivimos nos exige, es fácil. Pero no, pretendías más, ni siquiera este solemne tribunal, que hoy te sentencia, entiende, ¿Qué es lo que pretendías? ¿Qué significan tus raciocinios y razones? Esa es la sentencia final, la soledad de nunca ser comprendido. El olvido eterno. La etiqueta de lo no humano, de lo raro, de lo abominable y de lo diferente.
Este relato es todo lo que sabemos del héroe de la humanidad conocido como el físico soñador. Probablemente él habría aborrecido el titulo con el que pasó a la posterioridad. Me gustaría llamarlo el hombre despierto, sería un mejor apodo para nuestro héroe físico.
A 400 años de su existencia las únicas certezas que tenemos son: Que existió un ser que soñaba con ser físico. Que fue brutal y públicamente asesinado por la dictadura de su época la mal llamada dictadura de la sabiduría. Que fundó una organización de resistencia, cuyo emblema era un gato blanco con un parche negro en el ojo derecho, en alusión a su despertar. Que intento escribir un manual para despertar a sus contemporáneos, en este punto estamos seguros que tuvo éxito, pues dicho manual fue clave para la futura caída de la dictadura. Desafortunadamente el manual se perdió y solamente existen los fragmentos aquí reproducidos. Desconocemos cómo fue que obtuvo información viviendo en una sociedad tan cerrada como en la que vivió, es aceptada por casi todos los historiadores que debió de contar con ayuda de alguien posicionado en las altas esferas, pero no tenemos certeza. En este punto yo propongo una idea diferente. Sus ideas fueron generadas por el virus en el dreamer, él lo llamaba su demonio personal, que le susurraba ideas. Está claro para mí, que ese demonio era producto del mal funcionamiento en el sueño de ser: físico, entonces, la información que requería venia del aparato mismo, en contra de esta hipótesis se encuentra el desconocimiento de si nuestro héroe volvió a usar el dreamer, después de despertar o no. La evidencia más grande que tengo para proponer mi hipótesis es el fallo repetitivo que el físico soñador experimentaba con su aparato y las jaquecas que lo acompañaban. Lo que si podemos concluir, es que, el dreamer se destruyó a sí mismo, pues se trataba de un aparto defectuoso. Un aparato que creaba mentiras. Desconocemos, también, su nombre, esa fue la única sentencia que se cumplió íntegramente, bueno esa y la pena capital. Las demás sentencias no tuvieron éxito, de hecho, nunca fue olvidado. Y su esencia, su búsqueda de autenticidad en un mundo dormido, logró cambiar su entorno.


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